La evolución en el mundo de los audífonos es imparable. No solo su potencia, sus capacidades y sus prestaciones avanzan a pasos agigantados, también a nivel estético nos encontramos con aparatos cada vez menos intrusivos. De hecho, algunos son tan poco intrusivos a nivel visual que podemos hablar técnicamente de audífonos invisibles.

Un audífono invisible, también conocido como IIC (invisible in canal) entre otros nombres, es un aparato hecho a medida que se coloca bastante a dentro del canal auditivo (de ahí que no se vea, o se vea muy poco). 

Prácticamente todos los fabricantes ofrecen sus versiones invisibles, como pueden ser los Zerena de Bernafon, de los que por cierto hablamos hace poco, y sus prestaciones y acabados son bastante impresionantes.

Por desgracia, no todo el mundo puede beneficiarse de este tipo de audífonos.

Una razón evidente es la capacidad de amplificación de estos aparatos; al ser tan pequeños, su potencia no es lo suficientemente elevada para solventar pérdidas auditivas profundas.

El otro elemento que puede ser un obstáculo para poder gozar de las bondades de un audífono invisible, y que quizás el más relevante, es la forma del canal auditivo. Simplemente, si tu canal auditivo es demasiado pequeño o estrecho, o tiene una forma peculiar, no podrás llevar un audífono invisible. Al fin y al cabo, siempre será necesario un mínimo de tamaño para que un audífono pueda incluir todos sus elementos indispensables, así que parece que, por lo menos a corto-medio plazo, este seguirá siendo el caso.

Pros y contras de los audífonos invisibles

Sin duda, el mayor beneficio de estos aparatos es su práctica inexistencia a ojos de los demás. Si no sufres de una gran pérdida auditiva y el elemento estético es primordial para ti, estos audífonos son sin duda una gran opción, muy a tener en cuenta. Su posicionamiento en lo profundo del canal auditivo es ideal para que el oído haga su trabajo con total normalidad y canalice el sonido de forma natural hasta el tímpano.

No obstante, esta posición dentro del oído implica que los elementos electrónicos quedan especialmente expuestos a la cera y la humedad típicas del canal auditivo. Esto implica que deben ser limpiados y deshumidificados con regularidad para que funcionen correctamente.

Por último, tener en cuenta también que estos aparatos no acostumbran a tener conectividad bluetooth. Debido a su reducido tamaño, los fabricantes no han conseguido todavía incorporar este tipo de circuitería que lo permita. Aún y así, ten en cuenta que al ir tan ocultos dentro del conducto auditivo en la mayoría de casos son incluso compatibles con el uso de auriculares de botón y por supuesto también con los de diadema.

A pesar de estas contraindicaciones, no cabe duda que estamos delante de una evolución tecnológica impresionante, que hará la vida mucho más fácil y cómoda a todos aquellos que se adapten a sus especificaciones. Si estás interesado en saber si tu también puedes llevar un audífono invisible, no dudes en contactar con nosotros y te atenderemos encantados.