El desarrollo de un hijo es algo que sin duda preocupa (y con razón) a todos los padres del mundo. Difícilmente encontraremos a unos progenitores que se muestren indiferentes delante de un hijo que, por ejemplo, presente dificultades a la hora de aprender, relacionarse o comunicarse con normalidad.

Existen varias señales que nos pueden dar la alarma sobre una dificultad evidente de un hijo a la hora de aprender a hablar y comunicarse: uso de vocabulario limitado comparado con los demás niños de su edad, omisión de palabras importantes a la hora de hablar, dificultad para aprender nuevos vocablos, reiteración excesiva de determinadas frases. . .y esto se puede dar por varias razones, como pueden ser: trastorno del desarrollo del lenguaje expresivo (el niño muestra dificultad a la hora de expresar pensamientos o sentimientos en forma de palabras), trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo (además de los síntomas expresivos, el niño puede tener dificultades para comprender lo que le dicen los demás), trastorno de comunicación social (el niño muestra serias dificultades para tener conversaciones normales, bien interrumpiendo constantemente y hablando demasiado, o haciendo lo contrario), trastorno de procesamiento auditivo (el niño tiene dificultad para procesar el lenguaje hablado). . .

Otra de las razones que dificultan la capacidad de hablar de un niño es la pérdida auditiva. Si un niño no puede escuchar debidamente, las áreas del cerebro encargadas de la comunicación no se desarrollan de forma normal, y esto dificulta tanto el hablar como la comprensión.

Por suerte, el poder identificar la pérdida auditiva de forma temprana permitirá al niño poderse comunicar adecuadamente, casi con normalidad (siempre dependiendo del caso, claro está). Estas pruebas pediátricas existen, y hemos hablado de ellas en más de una ocasión.

Por ejemplo, el test con Otoemisiones Acústicas está muy extendido para comprobar el estado auditivo en neonatos, así como también los Potenciales Evocados Auditivos (PEA). Estas pruebas objetivas que no requieren participación del paciente son ideales: dan resultados casi inmediatos y no son invasivas para el pequeño. Ambas pruebas se realizan en àmbito clínico a todos los neonatos, a este proceso se le llama Screening neonatal o cribaje.

Es por eso que desde Claso recomendamos este tipo pruebas auditivas para los más pequeños; si bien es cierto que algunos casos solo se pueden identificar más adelante, si por lo que sea existe ya una lesión de nacimiento y se puede identificar, se estará haciendo ya un trabajo muy importante de cara a facilitar la vida del niño a nivel comunicativo.