Antes de adentrarnos en profundidad en la temática de este post es importante destacar que para elegir un audífono hay que hacerlo sin prisas y disponiendo de toda la información necesaria para poder seleccionar bien el modelo que quieres.

Cualquier persona que conoce su grado de pérdida auditiva puede averiguar qué audífonos se adaptan mejor a su situación o a su estilo de vida pero para quién no sabe exactamente qué audífono necesita, debe tener en cuenta varios puntos:

1. ¿Qué perdida auditiva tienes?

Para saber qué audífono necesitas, primero debes saber qué perdida de audición tienes. Esta es una conclusión lógica pero quizás necesaria de aclarar. Lo mismo que si necesitas gafas, antes debes saber qué graduación necesitas.

El grado de pérdida de audición lo obtienes cuando te haces una revisión con tu otorrino o en tu centro auditivo y es a partir de este momento que puedes saber los formatos de audífonos que tienes a tu alcance.

2. ¿Qué formatos tienes disponibles?

Una vez conozcas tu umbral de pérdida de audición, ya puedes saber qué modelos de audífonos están a tu disposición. Este es un punto importante, puesto que no todos los audífonos se adaptan a todos los grados de pérdida de audición.

Cuanto menos pérdida de audición tienes más opciones de audífonos están a tu alcance pero para decantarte, por encima de todo, es muy recomendable que te dejes asesorar por tu audioprotesista. Por que dentro de tu poder de elección siempre hay una recomendación.

Los grados de pérdida de audición están clasificados de la siguiente manera:

  • Moderada: del 30%-60% de pérdida auditiva.
  • Severa: del 60%-90% de pérdida auditiva.
  • Profunda: + del 90% de pérdida auditiva.

Las personas con pérdida auditiva severa, por ejemplo, sólo pueden optar por los audífonos retroauriculares aunque recientemente Phonak ha sacado los audífonos Virto B-Titanium, los audífonos todoterreno a medida que por primera vez cubren pérdidas severas.

En cambio, las personas con pérdida auditiva moderada o severa, tienen más audífonos a su alcance.

3. ¿Qué prestaciones necesitas o quieres que tengan tus audífonos?

Este es un punto clave que va directamente relacionado con el precio y el estilo de vida que tienes. Como ya hemos dicho anteriormente en este blog, cuanto más activo sea tu estilo de vida, más prestaciones necesitas incorporar en tus audífonos… y más elevado es el precio para adquirirlos.

Si bien es cierto que el nivel de vida condiciona las prestaciones, esto no significa que con un audífono con menos prestaciones notes una diferencia sustancial de escucha. Si tu estilo de vida es normal, sin ajetreos o actividades que requieran de prestaciones específicas, puedes escoger un audífono más “sencillo” y tu nivel de escucha será más que correcto.

En definitiva, cada persona puede escoger el audífono que más le gusta o prefiere, pero siempre teniendo en cuenta su estilo de vida y, por encima de todo, su salud auditiva.