¿Lo oyes? Es la primavera, que ya se acerca. Nosotros también tenemos ganas de tenerla aquí porque esta estación solo puede traer cosas buenas. Más horas de luz, más ganas de hacer planes al aire libre, más cerca el verano… Sin embargo, por mucho que queramos evitarlo, las protagonistas de este artículo son ellas: las alergias.

 

El polen de gramínea, más presente en los meses de abril, mayo y junio, fue el primer agente descrito como capaz de provocar alergia en las vías respiratorias. La rinitis alérgica es la más común y puede que tú seas uno de los afectados. No sería nada raro. De hecho, según la Organización Mundial de la Alergia (WAO), más del 50% de los afectados vivirán con sus síntomas durante unos diez años, un 22% la vivirá en primera persona durante toda la vida y un 28%, entre 10 y 20 años.

 

¿Rinitis o resfriado?

 

Es importante tener claros los síntomas de ambos porque sus similitudes pueden confundirnos y llevarnos a un tratamiento inadecuado. Así pues, en el catarro hay fiebre, malestar general o dolor en la garganta pero en la rinitis alérgica, se produce el típico picor en los ojos y nariz tan molesto, la secreción nasal líquida es muy abundante y de forma constante y los estornudos frecuentes.

 

Otra de las señales para distinguirlos es su evolución. El catarro está activo entre 5-7 días pero la alergia se puede prolongar durante 4-6 semanas y su progreso depende de muchos factores.

 

Hoy queríamos hablarte de cómo esa rinitis alérgica también puede afectar a tu salud auditiva si no la tratas correctamente. La razón es que la nariz y el oído, como sabes, están conectados por la Trompa de Eustaquio. Si tus vías respiratorias están llenas de mucosidad, no sería extraño que tu oído desarrollara una ototubaritis.

 

Descifrando la ototubaritis: los síntomas más comunes

 

Presencia abundante de líquido en el oído medio

 

  • Mucha cantidad de cera en el interior del oído
  • Dolores de cabeza intensos
  • Pérdida del equilibrio
  • Punzadas en el oído
  • Malestar ante cualquier sonido
  • Pérdida momentánea de la audición

 

Evidentemente, los síntomas dependen de la evolución y no tienen porqué manifestarse al unísono en la misma persona pero es importante no dejarlos pasar. Tu médico te recomendará el mejor tratamiento ya sea con antibióticos, analgésicos o antihistamínicos. Si el líquido es abundante se puede recurrir a la miringotomia, siempre como último recurso; una intervención para extraer el líquido que produce la infección.

 

Tu oído tampoco es amigo de las alergias así que por él, y por ti, lo mejor que puedes hacer es llevar un control de las vacunas y seguir cuidándote el oído como haces habitualmente.

 

Si ya has pasado por una alergia y te preocupa que tu salud auditiva haya sufrido consecuencias, despeja las dudas y quédate más tranquilo haciéndonos una visita.

 

La primavera es demasiado bonita como para no disfrutarla.