Si has ido alguna vez a un concierto, habrás visto que hay unos amplificadores que en vez de apuntar hacia el público, apuntan hacia la banda que está tocando. Eso son los monitores, para que los músicos puedan escuchar lo que están tocando, obviamente. Y, como hemos ido viendo estos días, el nivel auditivo que sale por estos monitores puede ser bastante intenso, suficiente como para generar lesiones auditivas permanentes. Existe, pero, una posible solución: el monitoraje In-Ear.

 

Básicamente, los sistemas In-Ear son una herramienta que permite a un músico recibir una referencia auditiva determinada en un formato auricular. El primer sistema profesional y de calidad de este tipo lo crearon Chrys Lindop y Martin Noar a finales de los ochenta. El primero es nada más y nada menos que el técnico de sonido de directos de Stevie Wonder, así que podemos intuir que sabían lo que estaban haciendo.

 

En general, los sistemas de monitoraje In-Ear se componen de un receptor o petaca, elemento que “recoge” la señal de audio a través de cable o ondas de radio frecuencia, y del auricular o auriculares, que reproducen esa mezcla auditiva en el oído del músico. A partir de aquí existen variaciones, pero en general esta es su estructura básica.

 

Ahora viene la cuestión: ¿y qué ventajas ofrecen estos In-Ear?

 

Ventajas del monitoraje in-ear

 

  • Libertad de movimientos: Una ventaja muy obvia, usando este sistema un músico no se ve obligado a permanecer en un mismo sitio, sino que se puede mover con total libertad por el escenario.

 

  • Sin feedback: El feedback o “acople”, ese sonido desagradable que se escucha cuando existe una realimentación de sonido, es a veces prácticamente inevitable en shows en directo con los monitores tan cerca de los micros. Con los In-Ear este acople es prácticamente imposible.

 

  • Regulación del volumen: Una de las principales razones a nuestro entender, con un sistema de monitoraje In-Ear se puede regular el volumen de la mezcla que recibe el músico y atenuar los efectos perniciosos para la salud que comentábamos más arriba. Es cierto que existen los tapones protectores, pero muchos artistas encuentran esa solución poco satisfactoria por cómo afecta a la tonalidad del sonido que les llega a los oídos. En estos casos, un sistema In-Ear puede ser la solución perfecta: protege el oído y envía la mezcla perfecta.

 

Existen otras ventajas además de estas (la reducción en volumen de equipamiento que tienen que cargar los músicos/técnicos es muy agradecida, especialmente para artistas con larguísimos tours). Una cosa que hay que tener en cuenta, pero, es que para poder disfrutar al máximo de todas las ventajas que ofrece este sistema hay que realizar varios tests y pruebas; puede ser que para llegar a la mezcla auditiva que desee un músico haya que realizar varios ajustes, así como el hecho de acostumbrarse a llevar toda la mezcla en unos auriculares, que puede ser algo incómodo si no se está acostumbrado.

 

A parte de estas pequeñas salvedades, nos parece que estamos delante de un sistema revolucionario; de hecho, incluso se utiliza en el mundo del motor para que los motoristas o pilotos de Fórmula 1 reciban las instrucciones mientras corren. Así de fiable es este sistema!

 

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